En los últimos artículos que se han publicado en el blog, el cual trata el tema del concepto de política, en el que hablamos ahí, en relación con el quehacer diario de los los servidores públicos de implementar lineas de acción, en base a la información obtenida al efecto de analizar, bajo el esquema de planear, hacer, verificar y actuar a fin de mejorar el entorno de una comunidad, con un enfoque sistémico.
Por ello, el ejercicio de la política implica en parte la captación de información a través de instrumentos en donde se plasmas las inquietudes de las carencias y preocupaciones de una comunidad con el objetivo de hacer propuestas de mejora, por medio de un análisis en el cual, se obtendrá información valiosa para el objeto de crear un proceso de diálogo constructivo con el propósito de encontrar los espacios de áreas de oportunidad, con relación en dirección de dar un paso a una toma de decisiones.
Al mismo tiempo en la toma de decisiones, en base a la información capturada se examina las alternativas para encontrar proyectos viables de solución, con relación de lograr un beneficio común a los diferentes sectores sociales, en conclusión seria el modelo ideal de un oficio para el ejercicio del citado termino de políticas públicas.
Sin embargo, el trabajo de hacer política ha caído tan bajo a demeritar el oficio de servir a los demás, de pasar a un clientelismo de ciudadanos sin aspiraciones, con el objetivo de disfrutar una zona de confort de no salir adelante, así como el no fomentar y no orientar sus capacidades y habilidades hacia una cultura del desarrollo del capital humano, así pues en la actualidad el ejercicio de la función pública se ha desvirtuado en la meta de alcanzar el beneficio común de un país, se ha degenerado ante una narrativa confrontativa, igual que fomentar un discurso de odio encaminado a una polarización social y una lucha de clases fuera de todo contexto, a causa de alimentar la desunión nacional.
Por otra parte, según mi punto de vista al efecto de contrarrestar esa narrativa confrontativa y discurso de odio, hay el cambio de paradigma por conducto del uso de una comunicación no violenta, en la cual se procure descifrar la posición en los intereses y necesidades de una sociedad que se siente desplazada, a fin de incluirlos en una comunidad colaborativa en un proyecto de país renovado; dicho de otra manea, no es fácil decirlo; no obstante no es imposible.
Para concluir, en nuestro entorno social no hace falta caudillos, resentidos sociales, apáticos entre otros; sino tener una filosofía orientada al trabajo colaborativo en compañía de un líder incluyente y que tenga la función de supervisar y delegar, considero que eso debe ser el oficio de hacer política. sin caer en los excesos y pretextos de corrupción.
Alberto Villegas
Abogado y Mediador
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