En el mes de diciembre de cada año, en el calendario marca en mi sentir, dos acontecimientos importantes, en primer lugar para los creyentes del cristianismo, el conmemorar la Natividad del Señor, y por otra la fiesta de fin de año, la cual tiene la importancia de un motivo de agradecimiento por terminar un ciclo de 365 días e iniciar con renovados bríos una nueva etapa con planes, ilusiones y ganas de vivir.
La navidad tiene un significado muy importante, para los que practicamos el cristianismo, es un sentimiento de sanación de nuestro yo interno entre nosotros y después hacia nuestro semejantes, de perdonarnos primero y llevar a cabo acciones de caridad hacia nuestro prójimo, no solo en el ámbito material, sino de carácter moral y de ayuda a nuestra familia en primer circulo.
En el tiempo de adviento es la preparación a la llegada de Jesucristo al final de todos los tiempos y meditar el nacimiento de Jesús nuestro Salvador en el corazón de cada uno; en consecuencia estar listos en reconocer nuestros errores y el renovarnos en mejorar la convivencia en el entorno social libre de cualquier desavenencia.
Del mismo modo, en cada día del ejercicio profesional del facilitador, los que estamos inmersos en el trabajo colaborativo y en la filosofía de justicia restaurativa, en consecuencia perseguimos una meta de sembrar en el albedrío de cada mediado una semilla de cambio de actitud, o sea en el animo del corazón de personas en conflicto laboramos en cada caso la caridad, de lograr un entendimiento fructífero a través del diálogo.
La caridad no debe ser interpretada en el mundo de la mediación, en un sentido material, de dar algo a los mas necesitados, traducido en una moneda de cambio por un interés de un beneficio de tintes partidistas o políticos; sino en acciones de apoyo, desde un punto de vista de un sentido humano, que igual en los métodos de solución de controversias de carácter colaborativos, su lado social va mas allá, con la finalidad de cimentar un diálogo por medio de un camino escabroso con el objetivo de procurar tocar fibras sensibles, para despersonalizar el conflicto y dar paso a negociar con intereses y necesidades. En conclusión, es transmitir una enseñanza con la finalidad de tener una comunicación empática y asertiva.
El mejor regalo en estas fiestas decembrinas, el cual puede ser muy barato; no obstante muy difícil, por no tener un costo económico, es el fomentar el diálogo asertivo, constructivo y con tintes pacifistas de un buen entendimiento entre los y las personas de nuestro entorno. Así como reza .."Gloria a Dios en el cielo y en la Tierra Paz a los Hombres de Buena Voluntad".... Feliz Navidad 2018
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