En reiterados artículos de este blog, me he propuesto a escribir en la mayoría de los casos sobre el papel de facilitador, en su perfil y características tan diseminadas en diferentes temas, a veces medito, que a mis estimados lectores los canso, y dirán los facilitadores han de ser humanos superdotados, y me pregunto, ¿Ya caería mal, el comentar siempre de mismo tópico ?, por consiguiente me respondería con un rotundo no!!!, porque debemos siempre que sembrar en tierras fecundas la semilla de la paz con una sonrisa de entusiasmo, como transmite en sus enseñas Don Javier Ales Soli y, por otra parte el describir el papel del facilitador en los procesos de mediación, como atinadamente expresa Don Jose Antonio Vega Olivera, el cual explora en su programa el Balcón del Mediador la razón de ser el mediador el elementos personal de un instrumento de pacificación, en los momentos más álgidos en los campos de batalla del conflicto.
Por eso la razón de ser facilitador entre los múltiples factores, debe gozar de una alta integridad, la que implica tener la congruencia de hacer los cosas con esmero, combinado con una alta dosis humildad, del mismo modo el llamado de la vocación de servir a tu prójimo y, por último ser un ferviente creyente de la filosofía de la paz.
El servir a las partes en el proceso de mediación, el facilitador es un generador de buenas vibras al crear con habilidad de la empatía una atmósfera de tranquilidad, con la congruencia de ser honesto con las partes en el conocimiento del dominio del tema.
Así pues, el facilitador debe ser cero (0) egocéntrico y, si es, tiene la obligación de controlarlo, no cabe ser presuntuoso porque demuestra en su ego, el igual a su inseguridad y envidia de hacer el trabajo de un modo disolvente con cortinas de humo de actos de simulación de un acuerdo alcanzado: en cambio el ser humilde le hace desplegar un buen ambiente, con el propósito de crear un lugar asertivo de equilibrio en la negociación, e incluyente con los mediados y las personas a su alrededor, al incentivarlos con la finalidad de realizar un trabajo colaborativo, en cual se transita en un camino llenos de baches del pensamiento de culparse mutuamente, a asumir la vía de la responsabilidad proctiva en la solución de conflicto.
Al mismo tiempo, el estar motivado y convencido de su labor por el bien de los participantes en la mediación, en que promulga a través de sus técnicas y habilidades de agricultor de la paz, el sembrar y cosechar en la conciencias entre los contrincantes con un nuevo paradigma de un dialogo por vía colaborativa, con una acentuación de una renovada filosofía de la concordia. En la cual se traza un camino por parte del falicitador de retirar del campo la cizaña o la mal yerba que es la causante de las desavenencias entre personas y, en el cual se promueve el principio de la no agresión, en el que se toman en consideración sus intereses y necesidades a través de la negociación de ganar- ganar, o sea reciprocas concesiones.
Por eso, aquí sin el animo de faltar al respeto los que estamos inmersos en el mundo de la métodos alternos de solución de controversias en el ámbito colaborativo, en el frente de la paz; hacemos hincapié sobre la difusión y el cambio de paradigma, con el fin de invitar a mas convencido para participar en en la formación de pacificadores neutrales
1 comentario:
texto muito bom, meus parabéns.
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