Para nuestro entorno social la fe tiene una noción de lo común de la gente, son las creencias en una cosa no basada en hechos o en evidencias de carácter racional. El tener fe en algo, es un valor de credibilidad hacia un valor subjetivo, o la espera de un suceso de todo, va a estar bien.
La fe, en las platicas con mi padre, lo citaba como las "agarraderas espirituales" de las personas creyentes, en Dios y Cristo, con el hecho de tener una herramienta, con la finalidad de sortear. los momentos desagradables de cualquier ámbito de las actividades diarias. En consecuencia, era la creencia de la seguridad de si mismo, de estar bien ante lo que pase.
Empero, desde el punto de vista religioso, el apóstol Pablo enseño "la fe la certeza de lo que se espera, a la convicción de lo que no se ve". La fe es el camino de un de iniciar una acción, a través de la chispa del poder. Por el hecho de desear alcanzar una meta, por el motivo de demostrar esa confianza, así no la estemos percibiendo por la vista, sino por la esperanza de algo suceda a favor.
En esa misma temática el Presbítero Ignacio Larrañaga, al hablar de la Fe, da entender en el aspecto de la certeza y la paciencia, de aquello que no se ve en la oscuridad o se palpa por los sentidos, pero hay la intuición de un destello, sin fundamento material, que hace a las persona en creer en algo, en alcanzar una meta no visible.
Hablar de Fe, es un acto de creencia y confianza, no solo del lado espiritual, sino es un protocolo de fiar en un paradigma de confianza y seguridad del ser humano, ante las inclemencias del paso de la vida, con sabores y sinsabores, de superar los restos de las adversidades, o en su caso agradecer a alguien de lo que se tiene en la vida, o sea un ejemplo la salud y una buena posición moral de respeto.
Por esa razón, en la mediación, en la practica es un camino de fe, el transitar en un camino sinuoso del conflicto, con el propósito de propiciar en el diálogo entre los mediados, con el hecho de alcanzar un acuerdo
Así como cita Orestes Gomes la "fe, implica un testimonio y compromiso público" y agrega.."La fe, precisamente porque es un acto de la libertad, exige también la responsabilidad social de lo que se cree". Asi en su último articulo lo trata a mayor profundidad. Lo cual se transcribe para abundar más en el tema.
La Necesaria Fe
Por Orestes Gomes
De la Columna " Del Correr de la Pluma"
Dia: 24 de septiembre del año 2017
Profesar con la boca indica, a su vez, que la fe implica un testimonio y un compromiso público. El cristiano no puede pensar nunca que creer es un hecho privado. La fe es decidirse a estar con el Señor para vivir con él. Y este ‘estar con él’ nos lleva a comprender las razones por las que se cree. La fe, precisamente porque es un acto de la libertad, exige también la responsabilidad social de lo que se cree. La Iglesia en el día de Pentecostés muestra con toda evidencia esta dimensión pública del creer y del anunciar a todos sin temor la propia fe. Es el don del Espíritu Santo el que capacita para la misión y fortalece nuestro testimonio, haciéndolo franco y valeroso”. El legado de Ratzinger, el papa fugitivo, es valeroso y honesto.
Confundida con la religiosidad, y a veces con el fanatismo, la fe es en nuestros días el instrumento menos denominado y más abandonado de la realidad humana.
Considerando nuestra naturaleza, solamente la invocamos en momentos de difícil entendimiento o, peor aún, parco comportamiento, para comunicarnos con la divinidad y sus designios, a fin de procurar una mejor existencia.
Cómodamente nos apegamos a ella y confundimos su verdadera esencia en esa dualidad del conocer nuestras potencialidades y tratar de preparar lo incierto, ejercicio en el que, al fin de cuentas, el hombre no queda solo.
El dialogo interno con nuestra armonía, y de ésta con nuestro comportamiento, alimentara la fe existente y se traducirá en más y mejores caminos hacia el desarrollo del ser y de la colectividad.
El Tao del Liderazgo señala que si tú estás bien contigo, lo estarás con la sociedad, con la nación y con el mundo por ende, y a fin de cuentas se presentaré un estado de fe generalizada que será positiva para cualquier persona o planeta.
La mezcla de actitud, voluntad, razón y fe tiende a crear un nudo indestructible que el ser humano puede esgrimir ante las vacilaciones, la modorra, la ignorancia y la falta de valor.
En este juego nuestra más grande voluntad, alimentada por la fe e iluminada por la razón, tenderá a confundir y vencer a un enemigo que no está en el prójimo, sino en nosotros mismos.
Por horas camina en nuestro interior ese pequeño duendecillo de la vacilación, que nos dicta al oído que no hagamos un esfuerzo, que al rato habrá tiempo, que dejemos las cosas, ya que al fin no está en nosotros resolverlas. Es el momento en el que tu fe, ataviada de un modesto ropaje, invada la voluntad y la alimente para enfrentar las más graves situaciones y los más recónditos pensamientos.
Refiere el verdadero libro, que la fe es la certidumbre de lo incierto.
Mezcla de miles de partículas invisibles que se integran en una intangible mezcla que no adivinamos, pero que sí sentimos, recorremos con ella caminos llenos de reciedumbre y difíciles maneras, de negados gozos y de derrotantes sombras.
Fe que invocamos y damos, que complacemos y pedimos, que encontramos y sentimos.
Guiemos, entonces, nuestro comportamiento en una fe en nuestras capacidades y generosas, en nuestros mejores propósitos y esencias, en nuestra mayor creencia.
Al fin de cuentas, nuestra fe nos estirará a encontrar las respuestas que son necesarias para que una vida sea plena.
No tendríamos otro mensaje más claro y profundo que aquel que es impulsado en el estado de perfecta armonía del individuo, de no ser por esta modesta virtud, y lo más importante es que en todos está esta capacidad y esta decisión.
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