Mediación |
De igual forma, cuando se inicia en la mediación, llegamos con muchas ganas de poner el mejor empeño y el propósito de salir adelante, de estudiar, de apasionarse por algo nuevo, tanto al interior, como irradiar al exterior esa buena vibra; pero el tiempo y la rutina juntos son una mala combinación, por la sencilla razón, da la pauta de perder el encanto a un oficio muy noble, al caer en una zona de confort, al pensar hacer lo mismo en cada proceso, hasta llegar a un hastío de no hacer el trabajo casi por reflejos mecánicos, lo que se traduce en apatía.
Y la apatía en la mediación, es el peor enemigo silencioso, va ganando espacios en un quehacer de los días, sin rumbo. En la consecuencia de esa actitud negativa va en una vereda desalentadora hacía a los usuarios en mediación, se les destila un mal ambiente, y nos presenta un esbozo gris de no procurar alcanzar un arreglo, o si bien nos va, un acuerdo desequilibrado. Ahí, caemos en el abismo, de no seguir con la trazabilidad de una actitud de ganar- ganar (hacer recíprocas concesiones entre las partes)
Sin embargo, el antídoto con el fin de contrarrestar la apatía, es el participar activamente en círculos de estudio, talleres de capacitación, el tener el intercambio de impresiones con los compañeros del gremio, con la finalidad de descargar esas emociones de mala influencia del cada usuario atendido, el realizar dentro de la organización de los centros o departamentos de CMASC, reuniones de retroalimentación y motivación, vamos en otras palabras, trabajar la comunicación interna. con el motivo de hacer sentir equipo colaborativo.
Por eso, el mediador se hace en la práctica, en los cursos, en el estudio, y en las charlas motivacionales con los demás compañeros para estimular la creatividad, del mismo modo tener estimular las habilidades, con el firme propósito de combatir el lado oscura, la apatía. Nunca perder el enamoramiento de la mediación.
Por eso, el mediador se hace en la práctica, en los cursos, en el estudio, y en las charlas motivacionales con los demás compañeros para estimular la creatividad, del mismo modo tener estimular las habilidades, con el firme propósito de combatir el lado oscura, la apatía. Nunca perder el enamoramiento de la mediación.
1 comentario:
Totalmente de acuerdo, no se debe perder la esencia del mediador. La formación continua y los talleres son una forma de seguir aprendiendo, y no caer en la monotonía de la rutina.
Te invito a visitar nuestro blog de Educación Social en el que tratamos temas de mediación, ¡un saludo! ;)
Publicar un comentario