El día 22 de febrero del año en curso, en el periódico ABC, en la sección de Padre e Hijos, se público una nota con el titulo, "Un Juicio de Divorcio lo Único que pone a Disposición de los Ciudadanos es un Ring de Boxeo", con la entrevista al Juez Pascual Ortuño de la Audiencia en Barcelona España, y al inicio de la nota aboga el agotar siempre la mediación: "Con probarlo, nada de pierde".
Al leer la nota periodística hace hincapié un aspecto de las bondades de acudir a uso de un método alternativo de carácter colaborativo, como es la mediación a fin de que la pareja de esposa y esposo eviten llegar a un proceso judicial, el cual traería un beneficio para ellos, en la cuestión de ahorro de tiempo, recursos económicos y emocionales. Ademas, los mediados serian los que construyen un acuerdo hecho a su medida.
Y comenta al inicio, el presentar una demanda ante un juzgado familiar es una "declaración formal de guerra" , lo que convierte a las salas de los tribunales familiares en campos fecundos de guerra, con una escalada mayor del conflicto; pero hay que apostar a creer en el dialogo y la concordia, y muchas veces es posible una justicia sin jueces, por la bondad de los mecanismos colaborativos, tal como la mediación familiar es de efectos menos agresivos, por tener como base el respeto y tolerancia.
Además, tiene el tino a responder en que todos los asuntos de materia de familiar son susceptibles de mediación, solo aquellos en que se presenta el tema de violencia de genero hacia un integrante; en cambio en un proceso de judicial para obtener una sentencia, es motivo de causa de poner a disposición del actor y demandado un ring boxeo, o una cancha de competencia, para disputar un triunfo o una derrota, bajo el paradigma de ganar-perder.
Un proceso judicial en materia familiar acentúa un distanciamiento de las relaciones personales para siempre. De ahí, la mediación brinde otra alternativa de reconstituir un puente de diálogo.
Así pues, bajo el mismo matiz el Maestro Orduña comenta, las partes tiene un punto de quiebre durante el proceso, o sea un instante de flaqueza que piensan en poder negociar sus posiciones o se cuestionan ¿vale la pena seguir con el litigio?.
En ese orden de ideas, se habla de un proceso ante los tribunales familiares, se le equipara a un ring de box, de una alusión a un campo de batalla; al contrario a la mediación en su objetivo propicia el dialogo en un territorio neutral, donde las partes gozan, de la alternativa de estar en la igualdad de circunstancias de reciprocas conseciones.
Al mismo tiempo, un cuadrilátero de esencia neutral no es un lugar físico y material, sino es el sello del pacificador neutral el propiciar las condiciones de una charla amena, libre de vicios de comunicación destructiva, por medio de las habilidades y herramientas ya tan conocidas, tal como la empatía, la escucha activa, la amabilidad, entre otras cosas, el transformar los datos llenos de negatividad, por medio de la retroalimentación a pasar algo constructivo en la búsqueda del encuentro de oportunidades de mejora, con el fin de alcanzar la meta de un acuerdo, bajo la premisa de ganar-ganar, en resumen de reciprocas concesiones.
En consecuencia, la neutralidad, es una marca del facilitador, el cual en base a su experiencia y trabajo explora las causas del conflicto para centrarlo en intereses y necesidades, a fin de presentar una realidad con un optimismo, de ver otra vía la disputa en el trabajo colaborativo de la resolución del problema. Es como aquella máxima que señala la materia prima de se transforma; sin embargo, la crisis de una controversia en un campo de batalla sufre una metamorfosis de convertirse en un huerta de cultivo de frutos de la filosofía de la paz.
Fuente de consulta: https://www.abc.es/familia/padres-hijos/abci-juicio-divorcio-unico-pone-disposicion-ciudadanos-ring-boxeo-201902200126_noticia.html?fbclid=IwAR3SE8CfmsXR8TGkk2UqH6GS78A8jbPdbzoDObne44A5hQkXzW4_hxAd3Do
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