Hace unos años en un curso de introducción y concientización al programa de certificación de un sistema de calidad de la Norma ISSO 9000-2001, fue uno de en mis primeros acercamientos a la filosofía colaborativa, en esa reunión los capacitadores hablaron de dos conceptos nuevos para mi, uno el de paradigma y de zona de confort, ambos en su conjugación, son la rutina de un trabajo, o una ideología ciclada, un estilo de vida sin cambios y evolución, con una tendencia a la monotonía.
En algún otro curso de entrenamiento al capital humano, el cual era dirigido a servidores públicos inmersos en un proyecto de certificación de calidad. Dentro de la temática a tratar era el sembrar una semilla de cambio entre los compañeros de la institución, con el fin de romper antiguos esquemas de trabajo ya agotados, y de alguna manera afectaban el ambiente de trabajo, hacia el interior en los integrantes del equipo trabajo y, al público usuario de los servicios.
En esa ocasión al ser algo incrédulos sobre los conceptos del capital humano en evolución, era el resultado de la resistencia al cambio de nosotros, principalmente el cuestionar cosas, que considerábamos el no generar algún de provecho, del salir de esa definición, que por primera vez escuche la ”Zona de Confort”, vamos una renuencia al pasar sin el esfuerzo a una nueva etapa de crecimiento.
Momentos antes de terminar, la reunión de capacitación, nos dieron lectura de algunos pasajes de libro del autor Spencer Jonhson, titulado “¿Quién se ha llevado mi Queso?”, con la acción de remover esas tierras no laboradas del intelecto y, optaron por reforzarnos los cambios de paradigma al ver el breve cortometraje basado en la obra en mención.
La trama en general al terminar de leer el texto, es de cuatro seres vivientes, por un lado dos ratoncitos conocidos como Fisgon y Escurridizo, y por otro parte 2 personitas de nombre Hem y Haw, quienes todos los días salían de su casa para buscar su alimento consisten en queso fresco a un lugar llamado "Estación"; sin embargo al terminarse la provisión los dos ratoncitos optaron por moverse en busca de algún otro lugar para sufragar su necesidad de subsistencia.
En cambios los dos ser humanos, se aferraron a estar en el mismo lugar, esperando que mágicamente por medio de arte de magia, realizando la misma rutina apareciera por milagro queso suficiente, si hacer un esfuerzo solo que la espera. Sin embargo Haw se anima y invita a su compañero Hem a buscar nuevos horizontes; pero él, le respondía que por su temor no saldría. Al final el opto por irse solo al ponerse los tenis y salir corriendo tomo el riesgo, y en consecuencia conforme avanzaba como peregrino de cantares, perdió el miedo, lo que lo llevo a encontrar provisiones para saciar su hambre.
En pocas palabras, la novela aporta los consejos para aquellos hábitos tan arraigados de la rutina, de la costumbre, de estar estacionado en el tiempo y el espacio, el dejar hacer y dejar pasar, con de salir de la zona de confot, con el hecho descubrir algún método fresco superación personal, en el que una organización puede beneficiase por el cambio de actitud de uno, con la finalidad de contagiar con el entusiasmo a los demás.
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