En el transcurso de la semana pasada, al iniciar mis labores, antes de empezar con la primera sesión de mediación programada, tuve el gusto de la visita de un compañero facilitador, en especialidad restaurativa. Con el que tuve una charla muy agradable del intercambio de impresiones de nuestro quehacer diario, en el camino de la solución de conflictos, y la forma de ver su estilo de mediación, con el fin de encaminar a los mediados en el camino de la construcción de un acuerdo.En nuestra plática, fue el tema, el de nuestro desarrollo profesional, en la forma de envolvernos en participar y platicar con nuestro círculo de amistades sobre el temas de la cultura de la paz, sin caer en un filosofía tan poco atractiva, sino en un ámbito práctico, en una forma de vida, en el cual nos permite evitar o solucionar aquellos conflictos, que de alguna manera con incómodos en la vida diaria, desde las diferentes perspectivas, de índoles familiar, civil, comunitario entre otros. Es romper esos paradigmas de pasar de lo imposible, a lo posible.La mediación, implica un compromiso de honestidad de estar bien con nosotros mismos, o sea en un término de congruencia con lo que hacemos y practicamos. Y tener la maduración de separar aquellos problemas personales, los cuales pueden tener ascendencia y tal vez, puedan influir en el resultado de una solución desfavorable para algunas de las partes.La posición de facilitador, dentro del proceso de mediación y conciliación es la más complicada, por el deber de cuidar la imparcialidad entre las partes, y por otro lado el elemento de un territorio neutral. Ahí, en base a las herramientas aprendidas, en la aplicación del análisis del conflicto, presentamos la causa raíz, ya no en una formación de Litis en el proceso judicial. Sino los puntos controvertidos, entrelazarlos entre sí, con la finalidad de pasar de un concepto de culpa común y corriente, a la responsabilidad de carácter colaborativo, con la ayuda de las partes en conflicto, a encontrar a en una generación, elaboración y evaluación de opciones en la solución de la controversia.
Por eso la mediación, es un tema en el mundo jurídico ve muy simple, no debe tomarse como una válvula de escape, con el objeto de descargar trabajo a los tribunales; sino también en una forma de una solución de conflicto, con el propósito de enseñar a las personas a comunicarse entre ellos, y de igual forma fomentar la Cultura de la Paz, sin la necesidad de agotar las instancias antes los diferentes competencia de los órganos jurisdiccionales.
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