Muy buenas tardes, mi estimados lectores, el día de hoy me gustaría comentar en estas breves lineas, sobre un tema tan diario, dentro de las relaciones sociales, ya sea comerciales, de familia y de desarrollo organizacional. Aquí el tema de hoy, en las relaciones sociales es muy frecuente dentro de la convivencia diaria de nuestra comunidad, el crear cualquier tipo de problema, con el proposito de detonar una serie de conflictos, en todas sus representaciones, desde lo más mínimo, a los más complejo, en el que la mayoría de los casos se buscan culpables, de alguien a pagar los platos rotos, y evitar asumir la responsabilidad.
En el entorno de la sociedad actual, desde hace ya tiempo a tras, se ha sembrado la idea de la controversia, el no dejarse, y si dentro de vinculo de relación comercial, familiar, de amistades, laboral y en el ámbito de la organización, da el acontecimiento de un pasaje lamentable de consecuencias negativas, el rol al asumirse es de evitar la responsabilidad, y encontrar, al primero en su paso de acusarlo con la culpa, de un objetivo no alcanzado.
Por eso, en el entorno cultural, la interpretación de la culpa, es aquella imputación o señalamiento a una persona, en el que ocasiono una reacción indeseable a otra, con consecuencias de un desgaste emocional o la perdida económica; pero cabe formular la siguiente pregunta ¿ que pasa cuando es una relación de dos personas, y ambas tienen ascendencia sobre un hecho de consecuencias delicadas hacia terceros?, y de seguro la respuesta; tan común, seria, no es mi culpa, es de él, algo triste, por la cuestión de dar dos panoramas, o se resuelve individualmente, y/o se pierde una relación hasta con el tercero, y da el resultado de no asumir una responsabilidad, en primer lugar individual, y del mismo modo colaborativa.
Por otra lado, la responsabilidad en el ámbito de una organización, en primer término, es el actuar con un compromiso adquirido, y por el otro plano, cuando se presenta el error,o causa del problema, es aceptar un evento negativo generado, por la falta de coordinación y/o comunicación, con el fin de hacer frente común a la adversidad, y en base a dar el paso siguiente: a la generación y la evaluación de opciones, con el objeto de explorar las soluciones a una crisis. Esa crisis, en un principios es un concepto negativo, da un trazo que marca la irresponsabilidad, en otras palabras, culpa es igual a crisis.
En ese mismo orden de ideas, el aseverar la culpa a otras personas, es un elemento negativo de no asumir las consecuencias de sus actos, sino se hace el esfuerzo de aceptarla, ahí crea un obstáculo a la integración y al trabajo colaborativo. No obstante, la otra cara amable de la moneda, es cuando la culpa transita al concepto de la responsabilidad y, no aquella a un sinónimo de sanción o de castigo, sino procura una forma de integrarse en la búsqueda de la construcción de una solución, a fin de sanear, restaurar, reparar y/o resolver una crisis en forma colaborativa.
En Conclusión, en estos tiempos de tan convulsionados en la nuestra sociedad, hay una semilla fecunda de ideología de la paz,en la cual se cosecha puentes de diálogo, con el fin de caminar del termino de culpa, hacia un nuevo espacio de responsabilidad de carácter colaborativo, o sea, el construir, soluciones previamente analizadas y consensuadas.
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