Caminos de la Paz
En esta época del calendario, en especial en el mes de diciembre ha marcado un ciclo de finalizar un año más; un año que rompió los moldes de otros ayeres. Ahora vivimos tiempos de zozobra e inquietud, entre una crisis sanitaria, económica, social y de violencia. Sin embargo queda el toque de la sublime esperanza a efecto de superar la presente crisis, a fin de enfocarnos en el sentido de reencontrar las áreas de oportunidad con respeto a salir adelante.
Cada diciembre, lo recuerdo con mucho entusiasmo, por el motivo de mis inicios en la mediación como una actividad fuera de la común, para un abogado que en su historial del ejercicio profesional se baso en una dinámica adversarial, ante los órganos jurisdiccionales de la administración de justicia; no obstante al estar presente hoy en la formación de un método colaborativo de ganar-ganar, la visión cambia a un camino de la cultura de la paz.
El tiempo me ha inculcado la esperanza y la Fe por la paz, en el sentido de mi preparación en el estudio, la enseñanza, la docencia y la práctica del quehacer diario de la mediación, entre otras cosas, hacen que me sienta satisfecho por la razón de ser un pacificador neutral activo y, servir a mi prójimo con una palabra de aliento y auxiliarlos en la construcción de un puente de diálogo, al explorarlas juntos con las partes, en señalar la dirección de crear soluciones con el propósito de obtener un acuerdo favorable frente al conflicto.
Por otra parte, el adviento es una coyuntura en dirección de prepararnos en el recibimiento de nuestro corazón de Señor Jesucristo, no solamente en un sentido espiritual dentro del catolicismo, sino el replantear en plan estratégico, de misión, visión y valores con el objetivo de llevarlos a la práctica, en el renacimiento de la Fe y la esperanza de alcanzar una Paz a fin de tener un mundo mejor libre de violencia y conflicto.
Por último, la mediación es una vía ideal con el propósito de labrar un camino a la paz, en donde activamente los mediados, con el auxilio de un facilitador, ellos son capaces para aclarar en el ejercicio de la negociación sus intereses y sus necesidades, con el objeto de redefinir sus posiciones a fin de lograr un acuerdo tan anhelado. Conviene subrayar, el proceso de mediación con resultados favorables a cada una de las partes, deja un legado de haber restablecido una serie de relaciones familiares, comerciales, comunitaria entre otras, en la que se desactivo un conflicto
Para finalizar, no me queda más que desearles una Feliz Navidad y un Prospero Año Nuevo.
¡Dios nos Bendiga!
Alberto Villegas Cabello
Mediador y Conciliador
1 comentario:
Le deseo feliz Navidad y Año Nuevo Dios me lo bendiga
Publicar un comentario