Hace unos días, al llegar en la mañana a mi centro de trabajo, tengo la rutina antes de iniciar labores, me doy un espacio de tiempo para revisar, mi agenda de trabajo, de pendientes, y ver algunas notas de corte académico, que comparten mis contactos en redes sociales expertos en mediación. Dos artículos despertaron el intereses por tratarse de mediación en materia familiar, el primero de la Mediación en el tópico de la Sustracción Internacional de Menores de la autoria del "Equipo Kiosko" y, el otro de escrito de la Maestra Paty Servin, en el cual se titula "La Mediación y Interés Superior del Menor".
En la ponencia de Kiosko Mediación en términos generales hablan en sus lineas del calvario de unos de los padres que sufre, cuando su hijo es sustraído de seno familiar, y de paso es llevado a otro país. Aquí se topa con las excesos de los tramites burocráticos, de los requisitos, del personal insensible a la atención de caso, sin demostrar interés al hecho, en otra palabras la falta de sensibilidad al abordar el tema de preocupación, de un padre o madre
Del mismo modo, en la publicación de la maestra Paty Servin, cita en su articulo la Jurisprudencia Constitucional P./J, 7/2016 (10a), la cual define el interés superior del menor, y ella en un análisis resume lo siguiente...."podemos entender el interese superior del menor como la búsqueda del bienestar físico, psicológico, emocional y sexual del menor y el Estado y los padres están obligados a velar y garantizar dicho bienestar".
Ambos artículos, son muy enriquecedores al tratar la situación de los menores antes las desavenencias conyugales y la relación de pareja, ya fragmentada, ante esa situación, del análisis de sus escritos, tratan el enfoque del interés superior del menor, en cuanto su desarrollo, su seguridad, tanto física y psíquica, el derecho a tener una familia libre de conflictos. En el caso contrario, en el hecho de menor no vive en un desarrollo estable para él, en caso de haber desconveniencias entre los padres, ante la falta de canales funcionales, a la larga los afecta.
Pero parafraseando a mi colega la Lic, Paty Servin, cuando la pareja toma la decisión de poner fin a su relación, es por la razón de haberse agotado el cariño entre ellos; sin embargo los une un lazo en común, o sea sus hijos, en base a lo anterior el vinculo de padres seguirá existiendo.
Por otro lado, en la misma tesitura, comparto la opinión de la Lic. Servin. Quien señala en el proceso de mediación, el facilitador es de mucha ayuda a los padres, con el fin de brindarles un puente de comunicación, lo que engloba, el escuchar su sentir, en sus pensamientos, el manifestar sus emociones, el identificar las causas y gestionar en vía colaborativa el conflicto, el cual tiene múltiples factores de boicotear un buen diálogo.
De los anterior, de los múltiples factores, de lo más común, influyen, el descuido de la pareja, la atención de cariño, las situaciones de carácter económicas, la rutina, la intervención de terceros ajenos (infidelidad), entre otras cosas, motivos de desavenencias, como bombas de fragmentación afectan es espacio de los hijos, en su seguridad y su desarrollo emocional.
Ante eso, el auxilio de la mediación es contribuir a los mediados en reconstruir el tejido familiar, en la relación entre los padres y contribuir a una visión hacia por el porvenir de los hijos, en su nueva misión de cuidar su desarrollo educacional y psíquico.
Por último, una alternativa de proteger a los menores hijos, es la participación colaborativa de los padres por medio de un tercero, ya sea un facilitador en mediación. Además la recomendación, si tiene la posibilidad de abordar una charla constructiva, evitaran si es necesario un procedimiento judicial desgastante, no solo a la pareja, sino también a los hijos.
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