En días de asueto, tal como es el periodo de vacaciones de verano son espacios para desconectarse de las actividades laborables, académicas y profesionales, ya sea un destino a un centro de vacacional en alguna la playa o la sierra de Arteaga como es la costumbre familiar, o por otra parte aprovechar para quedarse en casa, en compañía de sus hijos y de su pareja. Por eso el tema de hoy, es compartir algunas impresiones sobre un mensaje de Su Santidad Francisco, dirigida a las de familias ya establecidas o en caso a los nuevos matrimonios.
El mensaje de su Santidad trato el tema de la familia, en cuanto su formación, estabilidad y la comunión de valores para lograr su larga duración, y así evitar la disolución del vinculo, no tanto jurídico, sino el conservar una identidad única en beneficio en aquellos seres en camino a integrarse a la organización, con el fin de tener un coraje de lograr esa armonía para ir siempre adelante y supere los obstaculos que interrumpen la comunicación.
En base, a la comunicación asertiva, tolerante y empática propone tres pilares entrelazados entre si, con el objeto de construir una relación de pareja, los cuales son:
- el permiso, su Santidad se refiere, no a una autorización machista, el enfoque a dar es el tomar el parecer de la pareja, en un consenso de charla con la finalidad de proponer directrices comunes en busca de un beneficio y evitar los atropellos,
- agradecimiento entre ambos, aquí es el reconocimiento de apoyo, porque los esposos se confieren esa confianza, del mismo modo al tener esa actitud de gratitud se mantiene viva la llama de la unión familiar y de pareja.
- y el perdón palabra difícil de pronunciar, el reconocer los errores o equivocaciones por el motivo de un mal entendido, ofensas o decisiones individuales que perjudican la relación, y ahí la aceptación humilde con el objetivo reivindicarse con una disculpa al familiar, esposa o esposa ofendido.
Así mismo, estas tres palabras permiso, agradecimiento y perdón, son fáciles de pronunciar; sin embargo llevarlas a la práctica es complicado, la clave es la humildad de la sinceridad de enmendar el error, con un buen gesto de logar la paz en la relación.
Por tal razón, en la mediación y conciliación comparte los principios divulgados por el Presbitero Jorge Bergoglio, de esta manera los compañeros facilitadores construyen vínculos de comunicación efectiva y e con la devoción hacen lo posible de contribuir su edificación en puentes de diálogo y pacificación.