En varias charlas de café, en los pasillo académicos o en los medios masivos de comunicación se habla de la mediación, y más cobra realce hoy, con la entrada en vigor de las reformas al nuevo sistema de justicia oral penal, con las salidas al procedimiento, en el capitulo de los acuerdos reparatorios, ya se habla de un enfoque humano de filosofía restaurativa, en el cual se toma a la victima, ofensor y comunidad. Sin embargo la mediación no solo es en el ámbito penal, si no también en materia familiar, mercantil, civil, comunitario, escolar etc.
En el elemento o factor humano juega con seriedad un papel importante, la definición del perfil, la selección y formación de facilitadores debe ser muy certero y seguro, con el resultado de estar libre de prejuicios, de juzgar, de estereotipar las personas o mediados en conflicto, el ser amable, empático, etc., de igual formar, un valor a resaltar por la maestra Violeta Maltos en sus curso de preparación y entrenamiento, es la humildad y honestidad consigo mismo y los mediados o conciliados.
El valor de la humildad y la honestidad de los facilitadores del diálogo tiene su lado práctico, en el cual se reconozca sus limitaciones a mejorar, o sea abierto a recibir impresiones de una crítica constructiva con la finalidad de resaltar lo positivo en manejo del proceso de mediación, y desde mismo modo el intercambiar opiniones de oportunidades de mejora en la estrategia, en las habilidades y en la técnica.
Por tal razón, en el ambiente alrededor de la mediación es en un lado académico, de colaboración, en lo agradable; pero no es de competencia; sin embargo como seres humanos no estamos exentos de la envidia y del egocentrismo, no caben dentro de los medios alternos de solución de conflictos, porque por un lado la envidia es un grillete que no permite avanzar a los demás compañeros, provocan un severo daño al servicio.
Además sin olvidar el egocentrismo, crea una acción de fomentar la competencia, y aquí no se trata de ver quien es mejor que el otro, y con esas conductas a la larga van causando grietas muy delicadas, con actitudes de bloquearse, de hacer comentarios desagradables, de perder la imparcialidad, de fomentar la indiscreción, de denostar la imagen del gremio etc., y da como resultado una nota negativa de perderse credibilidad a la filosofía de la paz.
En alguna ocasión, en mis platicas académicas con la Lic. Olivia Salazar Vara, quien despertaba inquietudes en la mediación, apuntaba los aciertos, y desaciertos en la etapa de aprendizaje, con el fin de preparar a los compañeros mediadores de mejorar cada día su desempeño, y nos subrayaba la única competencia a presentarse era ser mejor nosotros cada día, un nivel de exigirnos, en conclusión aquí no había carreritas.
Lo métodos alternos de solución de conflictos en el área de negociación de ganar- ganar, son en su clima muy delicados, finos, amables y al final una tendencia de transitar de un ambiente ríspido a uno agradable, el facilitador juega ese rol, el llevar a los mediados a buen puerto, aquí en el manejo de la mediación y la conciliación es de carácter colaborativo y no adversarial, tal como debe ser el primero en la realidad del mediador.
El valor de la humildad y la honestidad de los facilitadores del diálogo tiene su lado práctico, en el cual se reconozca sus limitaciones a mejorar, o sea abierto a recibir impresiones de una crítica constructiva con la finalidad de resaltar lo positivo en manejo del proceso de mediación, y desde mismo modo el intercambiar opiniones de oportunidades de mejora en la estrategia, en las habilidades y en la técnica.
Por tal razón, en el ambiente alrededor de la mediación es en un lado académico, de colaboración, en lo agradable; pero no es de competencia; sin embargo como seres humanos no estamos exentos de la envidia y del egocentrismo, no caben dentro de los medios alternos de solución de conflictos, porque por un lado la envidia es un grillete que no permite avanzar a los demás compañeros, provocan un severo daño al servicio.
Además sin olvidar el egocentrismo, crea una acción de fomentar la competencia, y aquí no se trata de ver quien es mejor que el otro, y con esas conductas a la larga van causando grietas muy delicadas, con actitudes de bloquearse, de hacer comentarios desagradables, de perder la imparcialidad, de fomentar la indiscreción, de denostar la imagen del gremio etc., y da como resultado una nota negativa de perderse credibilidad a la filosofía de la paz.
En alguna ocasión, en mis platicas académicas con la Lic. Olivia Salazar Vara, quien despertaba inquietudes en la mediación, apuntaba los aciertos, y desaciertos en la etapa de aprendizaje, con el fin de preparar a los compañeros mediadores de mejorar cada día su desempeño, y nos subrayaba la única competencia a presentarse era ser mejor nosotros cada día, un nivel de exigirnos, en conclusión aquí no había carreritas.
Lo métodos alternos de solución de conflictos en el área de negociación de ganar- ganar, son en su clima muy delicados, finos, amables y al final una tendencia de transitar de un ambiente ríspido a uno agradable, el facilitador juega ese rol, el llevar a los mediados a buen puerto, aquí en el manejo de la mediación y la conciliación es de carácter colaborativo y no adversarial, tal como debe ser el primero en la realidad del mediador.