Círculos de Paz, Segunda Parte. El perfil del Facilitador

Hace unos días, para ser exacto el 18 de junio del presente año, inicio el nuevo sistema adjetivo oral en materia penal en nuestro país,  con las reformas a la parte dogmática a la Constitución General de la República, en lo relativo a consagrar los medios alternos de solución de controversias, y por otro lado se crea  un nuevo marco jurídico homologado en todo el país, con la Ley Nacional de Mecanismos Alternativos de Solución de Conflictos en Materia Penal con un enfoque de la corriente de justicia colaborativa, con la inclusión del proceso de pláticas restaurativas

En algunos artículos del presente blog, tuve el gusto abordar el tema de la filosofía de justicia restaurativa, y a su vez charlar de los círculos de paz, en su concepto, sus características, los valores aplicables y los pasos comunes en su desarrollo de la reunión en un apoyo entre sus participantes, ademas ya para finalizar su aplicación en las áreas de oportunidad en el ámbito familiar, escolar, empresarial y de igual forma como un instrumento de apoyo en la implementación de los acuerdos reparatorios, previstos en el Código Nacional de Procedimientos Penales a través de la figura de pláticas restaurativas.

Por otro lado, al hablar de la filosofía restaurativa en su desarrollo en los círculos de paz, se escucha  de un tono muy alentador; sin embargo el éxito de desarrollo para caminar con armonía depende de la destreza del facilitador.

Dentro de las aptitudes del facilitador, tal como se desprende de la lectura del Libro "Manual de Facilitadores en Círculos" de la maestra Kay Pranis,  da una noción de algunas de las cualidades a desarrollar :

• tener una buena escucha activa, mantener un presencia activa, 
• reflexivo, ser un persona que no juzga. imparcial, empañico y solidario
• digno de confianza,  respetuoso, solidario, integral y alentador.
• tolerante, humilde, honesto, paciente, accesible, con un buen sentido del humor y disciplinado
• atente a lo que sucede, capaz de mantener el proceso en movimiento, un buen aprecio a las personas que participan la reunión, abierto a las distintas opiniones y capaz de mantener el circulo un espacio seguro para todos.

Así mismo, de los atributos señalados, suenan a un ser perfecto; pero eso no es así: sin embargo en la práctica de los círculos de paz  se van adquiriendo las habilidades, tal como señala la maestra Pranis, del mismo modo en las actividades del facilitador al llevar acabo la dirección de la junta de paz tiene que incentivar seis lineas de crecimiento:

1. Desarrollo personal, el cuidar el desenvolvimiento personal, psicológico, espiritual y lo físico. El trabajo es el revisar la forma de pensar y el comportamiento alineándolo con los valores y principios de los círculos, o sea ser congruente.
2. Auto conocimiento, el conocer nuestros puntos débiles y vulnerables que evitan el acoplarnos en interactuar con otras personas no compatibles con el facilitador. La tarea sería el buscar algún mecanismo con el fin de evitar un desaguisado en el manejo del circulo.
3. Discernimiento  gracias al trabajo personal de meditación, en el manejo de las emociones, de identificación de puntos débiles, y a la capacidad de discernimiento le da la facilidad del manejo del circulo, en resumen el ser coherente con los objetivos y sus cualidades personales.
4. Cuidado personal, algo a agregar de la maestra Pranis es el cuidar el lado personal en  relación a las necesidades y encontrar un balance al facilitador en el aspecto físico haciendo ejercicio, en lo emocional con la retroalimentación de las actividades de la conducta,  en lo espiritual con la meditación y la práctica de la fe religiosa, y por último en lo mental  con el hábito de la lectura de un libro, experiencia de viajes o otros elementos distractores intelectuales, 
5. Comprensión en el proceso, en la participación y capacitación continua en la celebración de los círculos de paz.
6. Confianza en el circulo se va adquiriendo con la constancia en el manejo de cada celebración  se va perdiendo el miedo así mismo. 

Por último, el rol del facilitador es muy importante, ahí hablamos dos aspectos de él, el primero, en lo interno, en relación a sus cualidades para ser, en el otro es el externo es el irradiar esas características positivas con la finalidad de estimular áreas de crecimiento de los invitados en la reunión, con una actitud proactiva que contagia a los integrantes del circulo en su participación, al dar  sus aportaciones,  sus experiencias y poner su grano de arena al apoyo de un clima positivo.

Abogado Mediador.

"El diálogo, basado en sólidas

 leyes morales, facilita la solución 

de los conflictos y favorece 

el respeto de la vida, de toda vida 

humana. Por ello, el recurso a las armas 

para dirimir las controversias 

representa siempre una derrota de 

la razón y de la humanidad".

Juan Pablo II 

En esta etapa de mi ejercicio profesional como abogado, corrí con la suerte de integrarme a  participar en los métodos alternos de solución de conflictos de carácter colaborativo, como es la mediación y la conciliación, además de tener acceso a un tema tan amplio por sus múltiples ciencias afines; que uno no solo se encierra en el mundo jurídico, si no adquiere por medio del conocimiento de otras disciplinas del área de las humanidades, tales como las herramientas para el desarrollo de habilidades en la aplicación dentro de los procesos de solución de conflictos.

La mediación,  dentro de la profesión de los estudiosos del derecho, es un complemento de la función del abogado o jurista, en una vía económica de alcanzar un acuerdo accesible a las partes en conflicto;  sin embargo el perfil del facilitador es abierto para todas las otras profesiones y oficios, con las característica especiales a reunir de la flexibilidad, imparcialidad, neutralidad, empatía, transparencia, honestidad, humildad, entro otras, de ahí la nueva práctica de la abogacía incluye un nuevo paradigma de convivencia del conflicto, paso  por un lado a un asesor jurídico de orientar a su cliente en la solución de una controversia, y la otra en parte activa como puente de comunicación en la construcción de un diálogo pacífico.

Por eso el papel del abogado dentro de los MASC de carácter colaborativo debe ser el primer promotor con sus clientes. al comentar de sus bondades de un camino tan menos desgastante en lo económico y en lo emocional.

Claro, la función  de la abogacía y del facilitador en mediación se encaminan de la mano por ser la profesión y el oficio una misma actividad, cuando el abogado con su conocimiento de la ley señala los parámetros legales de abanico de la amplia gama de opciones, con la finalidad de negociar, y buscar un equilibrio, en una solución adecuada a los intereses y necesidades de sus clientes, apoyado por un  en mediador o conciliador

Dentro las funciones de la mediación y la conciliación, no podemos ser ajenos a la abogacía, por la naturaleza de la negociación, si tomamos en cuenta el concepto del negocio jurídico de la transacción, de la manera de expresar en su concepto la filosofía de ganar-ganar, el hacerse las partes en litigio de reciprocas concesiones con el fin de alcanzar un acuerdo.

Por otro lado, los principios del Decálogo de Abogado de Eduardo J. Cortture son una guía de orientación por analogía al servicio de la practica profesional de la mediación y la conciliación; pero con un enfoque colaborativo, en el cual se toma  aquello que es posible de adecuación.

Por tal razón, la mediación, como el derecho se aprende estudiando y se ejerce pensando, se es tolerante y leal con las partes en conflicto, por último a los que somos mediadores debemos de querer nuestro oficio, con el animo de inculcar a nuestro hijos a ser promotores del la paz.