Día Internacional de la Eliminación de la
Violencia en contra de la Mujer
Hace unos meses en la plataforma Netflix se estreno una la serie breve conocida con el título, “Las Cosas por Limpiar”, con la actuación especial de Margaret Quallet y su madre Andie Mac Dowell. La trama gira sobre una joven madre y su pequeña hija de tres años de edad, ambas viven en su entorno familiar el fenómeno de la violencia de género por parte de su pareja, del mismo modo su lucha para salir adelante.
La historia presenta la realidad de una inestabilidad familiar que sufren, por varios factores que influyen al estar viviendo en hecho cotidianos, en donde se respira un clima tenso de miedo e inseguridad en los ámbitos de la relación, en lo económico, en lo emocional, entre otras cosas. En el que impera la opresión de la violencia y la imposición de una incertidumbre de satisfacer un gusto al generador de violencia, a quien nada la agrada
Ese clima de violencia dentro de la cinta cinematográfica pone en relieve la causa de varios estragos en la vida de la víctima, como la depresión y el miedo de enfrenar una realidad de salir adelante; sin embargo no dan el paso a una ansiedad de no tomar una decisión de cambiar un paradigma, y ese se debe al constante papel de no afrontar las cosas por la dependencia que se tiene hacia el opresor, principalmente en lo emocional, de poner su vida como objeto sin valor alguno.
Por otra parte, el perfil de opresor, como el de la víctima proviene de patrones familiares de una organización disfuncional y desintegrada, de igual manera se traduce en ellos al marcar su comportamiento en la película, como el sujeto activo (generado de violencia) y el sujeto pasivo (víctima), al observar las diferentes etapas del ciclo de la violencia, las cuales son: la tensión, la violencia y la luna de miel.
Sin embargo, en la trama de la serie, se da el caso del elemento de la resilencia de la víctima al adecuarse a los cambios sin perder la esperanza y el entusiasmo, cuando ella toma la decisión de separarse de su pareja, e iniciar prácticamente de cero, en la búsqueda de un nuevo horizonte mejor para ella y su pequeña hija, conviene subrayar, aquí el apoyo de los organismo de asistencia social, no solo de un techo sino el apoyo legal y psicológico a fin de trabajar en el que se valore como persona y tenga herramientas con el propósito de seguir adelante.
Al mismo tiempo, la víctima con el apoyo recibido se valoro y, se empodero lo que le permitió salir delante de esa crisis, al dado caso inicia sus estudios de licenciatura.
En conclusión, la placa cinematográfica tiene una enseñanza didáctica de lo que es la violencia de género, a través de todas sus etapas del ciclo, de igual manera la forma de abordarse y un sentido de efecto de sanación restaurativa.
Alberto Villegas Cabello
Abogado y Mediador