En esta fecha especial me gustaría hacer un breve espacio de reflexión, algo ya fuera de los común de lo que se lee en este blog, a cerca de la cultura de la paz, de la filosofía de la justicia restaurativa, del trabajo del mundo colaborativo, del derecho entre otras cosas, en el transcurso de los años ha sido por un lado la difusión de mi quehacer diario en la cátedra y en la práctica de la negociación asistida, algo ya hecho costumbre; no obstante en el lapso del tiempo al estar absorbidos en las actividades del mundo laboral, no solo es eso, es una mínima parte del ciclo de la vida, por eso me agradaría compartir el siguiente mensaje.
En este fin de semana celebramos el tercer domingo de junio al padre, aquel con una gran vocación de ser director, guía, líder colaborativo, consejero que alguna vez en sus líneas de acción nos brindaron muestras de rectitud y, marcaron el rumbo con normas estrictas que nos guiaron y nos mostraron el camino de la responsabilidad en nuestro actuar, el amor al trabajo, en sentido del deber ser, nos procuró y protegió en la medida de sus posibilidades, en otras palabras nos formaron para ser hombres y mujeres de bien.
El ejemplo de nuestros padres, no solo fue al interior de la familia, sino de los padres que comento, son aquellos que contribuyeron con una semilla a la sociedad al hacer un trabajo de bien hacia sus semejantes, y su legado, es una enseñanza para servir a los demás con una vocación de servicio de solidaridad y de realizar el bien, en los diferentes ámbitos de la educación, de la investigación, el fomento en el deporte, en el entrenamientos del trabajo, en la creación de fuentes de empleo entre otras cosas.
El liderazgo de un padre es una fuente insaciable de sabiduría, ellos por su enseñanza dan la luz de la experiencia y del conocimiento de un faro, con la finalidad de orientarnos a con el objetivo principal de seguir adelante. Recuerdo antes las horas exhaustas de sus responsabilidades laborales, al llegar a la casa nos brindaban un espacio de tiempo con mucho cariño, para continuar con nosotros en las actividades escolares al explicarnos algún problema de matemáticas, darnos una referencia de lectura de una fuente de consulta de un pasaje de historia, o solo preguntarnos sobre nuestro comportamiento escolar.
A nuestros padres, en especial al de su servidor que escribe estas líneas con mucho cariño a mi Licenciado Villegas, sus recuerdos, sus consejos, sus llamadas de atención, su protección y preocupación fueron la muestra de amor a fin de procurarnos a mis hermanos y a mi, con el testimonio de él, de ser hombres de bien.
Por último deseo agregar, a los papas de amigos que me han acompañado en el andar de la vida y, el ejemplo de ellos marcaron nuestra amistad al considerarme un hermano más. Un especial reconocimiento a Don Vicente Guevara, Don Ildefonso Jesús Verduzco, Don Francisco de la Peña, Don Nazario Iga y, con especial mención a Don Agustín García Cárdenas, mi coach.
Feliz día de Padre.