"Gloria a Dios en las alturas,
y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad"
Ya es tradición en el mes de diciembre de cada año, hay la finalidad de hablar de una época de paz y reconciliación, el cual es una noble intención de buscar ese entendimiento entre nosotros mismos y nuestros semejantes. No obstante, en ese sentido en dicho figurativo ya es muy trillado y común con un sentido infantil para los regalos materiales que se dejan en el pino navideño. Empero, en una cena familiar con todas las galas, brindis, y se comparte la mesa, por solo unas horas somos hermanos y al día siguiente en ocasiones queda en el olvido y vuelven en caer en la rutina de la apatía, de la hipocresía y de la mediocre tijera de recortar al prójimo.
Sin embargo, ante la situación de la crisis sanitaria de ustedes ya conocida, cabría la posibilidad de darnos un regalo diferente a nuestra comunidad familiar, en el cual se podría aplicar la resiliencia por el camino de la filosofía restaurativa de un círculo de sanación e integración, que tanta falta hace actualmente
La celebración navidad, hoy tiene un motivo más que de un sentido material, sino en mi opinión tiene dos acepciones, la primera el dar gracias por gozar de una cabal salud, por otro lado la unión de la familia a través de una velada de disfrutar la Noche Buena y, sea con un enfoque restaurativo, en otras palabras poner en práctica un círculo de paz de integración familiar.
En una ocasión especial de Noche Buena, antes de la cena o después de disfrutar un suculento platillo, hay que dar paso hacia una sorpresa muy especial a los integrantes de la familia, seria formidable invitarlos a un círculo de paz de integración, en donde se resalte el objetivo, claro si ellos desean convivir a fin de lograr una unidad verdadera y duradera. Cabe mencionar, la dinámica entre ellos es consensuar las reglas y principios mínimos, tal es el caso que es voluntario, confidencial, de respeto a fin de no emitir juicios de carácter negativo, sino resaltar las virtudes de cada uno de participantes y establecer el objetivo común de la reunión con preguntas acertadas y de lenguaje neutral para la ocasión.
Por otro lado, hay la flexibilidad y la creatividad del facilitador de usar una serie de juego de mesas de toque sublime de integración, el cual ayudaría hacer más ameno la convivencia familiar.
Así mismo, no olvidar la pieza de diálogo el cual tiene un significado de respeto y de honra por ser algo parecido a la pipa de la paz, el que se va compartiendo a cada uno de los integrantes del círculo con el objeto de exponer con su buen entusiasmo, el motivo de lograr una unificación de la comunidad familiar a la que pertenece y estreche los lazos de lograr estar juntos, haciendo un lado sus diferencias.
Ahí, los resultados, si se sabe sacar provecho de poner en práctica el desarrollo de un círculo de sanación, serán la unión, la identidad y reconstrucción de los lazos familiares en dirección de lograr una armonía en la comunidad familiar, en mi opinión un excelente regalo.
Por último, que nuestro Señor Jesucristo renazca en un corazón con enfoque restaurativo y, tengan una feliz navidad
Demos gracias al Señor
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Alberto Villegas Cabello
Mediador y conciliador