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Mateo 5:9 “Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios”.
El tiempo ha seguido el cause del camino de nuestras vidas, en diferente ámbitos, ya sea en lo familiar, en las amistades, en lo social, entre otras cosas; no obstante un aspecto a resaltar en mi sentir de lo laboral, es especial que en estos últimos 14 años de ejercicio profesional, las veredas me llevaron por especializarme en los métodos colaborativos, con la acentuación en la mediación, tal como un pacificador neutral.
El ser participe cada día de la práctica de la mediación ha sido un reto por el hecho de sembrar y cultivar la semilla de paz, motivo por el cual la cosecha ha sido fecunda, al construir puentes de diálogo con el digno propósito de alcanzar el consenso de los mediados traducido en un acuerdo, en el que queden satisfechos sus intereses y necesidades, dicho de otra manera a dejar la enseñanza de la comunicación constructiva es una vía idónea para evitar conflictos.
En otras palabras, el ejercer el apostolado de ser pacificador es una vocación y un llamado a servir al prójimo como un instrumento de facilitación del diálogo. Así como, transmite su sentir el Maestro Javier Ales soli, en su publicación en los medios electrónicos de fecha 28 de noviembre del año en curso, intitulado "Marca Personal del Mediador" , en el cual se recoge sus experiencias, el gusto por ser mediador y su sello de servir. Con la siguiente frase que cito y hago mía ..."Esta profesión de mediador me devolvió la ilusión a cuando me hice abogado, porque lo que más me gustaba de ella era “abogar”… “ayudar”"...
Con respecto a mis inicios en el mundo de los métodos colaborativos, coincide con el comienzo del año litúrgico, o sea el tiempo de adviento, que consiste en la preparación espiritual para la celebración de la llegada de Cristo en el corazón, no en lo material.
Al mismo tiempo, la etapa de adviento en su práctica goza de cuatro pilares, los cuales son: en primer lugar la renovación de la convivencia familiar, las buenas acciones comunitarias hacia el prójimo y amistades, la reflexión personal de cada creyente y la obra de misericordia al no criticar o juzgar, todo en su conjunto al adecuarlos a los ideales de la mediación son principios encaminados a conseguir el bien común de la paz y, por consiguiente a doctrinar a una sociedad libre de violencia.
Por esta razón, los pacificadores neutrales tenemos en cada jornada diaria por la paz el participar con entusiasmo, claro el no olvidar los cuatro pilares del tiempo de adviento que refuerza el compromiso en cada sesión de mediación.
En conclusión, el tiempo, la mediación y el adviento fue el inicio de un primer paso de un apostolado que su única misión es el trabajo por la cultura de la paz.
¡Felices Fiestas!!!!