jueves, 15 de abril de 2021

Las Dictaduras, Los Abogados y El Diálogo

 

 


Hace unos días, el Dr. Miguel Carbonell escribió un artículo intitulado “Las Dictadoras y los Abogados” en varios medios impresos y en portales de los diarios de noticias de mayor circulación del País y de los Estados, en el cual trata el tema a cerca de los profesionistas del derecho, los jueces y el orden constitucional, motivo por el cual es una incomodidad para algunas dictaduras por la sencilla razón de imponer un criterio que va en contra de los derechos fundamentales de una nación y de paso, no están abiertos a tener un límite que les marque la ley. Cabe mencionar, un régimen dictatorial desea tener sometido los poderes a su capricho sin contar con contrapesos a fin de no gozar de un equilibrio de división de  poderes.

Ahí, cita el maestro Carbonell su inquietud de los excesos de un Dictador que va en contra de todo orden jurídico, al decir “A los dictadores no les gusta los abogados. Los desprecian porque los estorban de las mismas forma que les estorban las constituciones y las leyes. Lo suyo es gobernar sin ataduras, sin jueces que les digan lo que hay que hacer y sin nadie que les reclame cuando violen las normas jurídicas”…., hago mía esa preocupación porque es dejar al capricho sin fundamento la concentración de los tres poderes en uno, con el propósito de sentir la santísima trinidad, con la diferencia de no tener clemencia.

Sin embargo esa animadversión a los juristas, no es reciente, sino en los países con un estilo dictatorial han sido perseguidos y calumniados por la impotencia de que son un peligro para alcanzar sus fines de detentarse en el poder, a toda costa de dejar un país en la desgracia, con un sistema total en crisis, desde el plano de salud, económico, social y con estándares altos de inseguridad.

Por eso escrito del Dr Carbonell comparte la preocupación de que por medio del ejercicio de la abogacía es un contrapeso en contra de los actos arbitrarios de la autoridad. Los abogados por su formación académica hacen una defensa de los derechos de los gobernados, que tienen la habilidad de echar mano de los múltiples recursos legales ante los órganos jurisdiccionales, tal es el caso en nuestro país de los jueces de distrito en materia de amparo, quienes no han cedido las pretensiones vagas del chantaje y denigración que hace alusión el ejecutivo federal, que pone entre dicho la honorabilidad de la profesión del abogado, al tacharlos de que son traidores a la patria.

Ante esa penosa situación, un régimen dictatorial debe de abrirse en sus pretensiones a fin de ser escuchados los actores en conflicto, por medio del diálogo constructivo al efecto de analizar de aquellas fallas de pasado. En consecuencia es el momento de buscar ahí las oportunidades de mejora, con el propósito de los actores públicos y sociales formulen soluciones viables y, así da la alternativa de construir un consenso equilibrado para ayudar a toda una nación  que actualmente está dividida por un discurso de odio y desunión.

En este orden de ideas, hay regímenes que se han abierto al diálogo y han sido exitosos, esperemos que el gremio de la abogacía colaborativa dentro de los regímenes dictatoriales estimulen el camino del diálogo con la finalidad de lograr una vía pacífica del entendimiento y respeto a la división de poderes 


 Alberto Villegas Cabello

Abogado y Mediador 

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