miércoles, 18 de septiembre de 2019

Mediación, Diálogo, Amabilidad y Algo Más



La mediación en la actualidad, en nuestro entorno social ha marcado un elemento importante, una nuevo paradigma de enfrentar el conflicto, controversias y problema a fin de  evitar de derivarlos una modalidad adversarial, tal como al enfrentamientos en al ámbito domestico  de la  violencia física o moral o, en su caso acudir ante los órganos de la administración de justicia, por varias razones, una por la económica de ahorra de tiempo, y desgaste en las emociones.
Esos ahorros que anteriormente tratamos,  ya han sido un motivo de privilegiar el diálogo como un medio pacífico, basado en un juego de ajedrez de la negociación proactiva para mover la piezas en el tablero, con el propósito de descifrar intereses y necesidad  de cada una de las partes.
El diálogo, un elemento importante debe estar enlazado a una linea de la comunicación constructiva, así como un espacio abierto de las partes en controversias aceptar las aéreas de oportunidad con el objeto de  tener un buen entendimiento. Motivo por el cual,  se busca despersonalizar un problema a fin de centrar la charla de la negociación, en metas objetivas de cada uno de los mediados, las cuales se entrelazan entre si, en otras palabras,  dar  resultado de manufacturar una resolución hecha a la mediada.
Así pues, la comunicación constructiva, en mi entender, es la depuración y limpieza de la información destructiva, en el sentido deplorable, denigrante, violenta, vulgarmente chismosa e indiscreta, la cual causa una escalada progresiva en el conflicto con consecuencias delicadas, independientemente el origen de donde de origen. En consecuencia, la comunicación constructiva precisa una metodología que se basa en dos aspectos, uno el proceso de comunicación, tal el caso de la instrumentación de la mediación, a través de sus diferente etapas y, la otra que por medio de la utilidad de las herramientas de comunicación del pacificador neutral, ya tan conocidas, señaladas y aplicadas, tal como, la empatía, el parafraseo, el reencuadre y las formas de preguntar en su momento, entre otras.
No Obstante, el trabajo de la comunicación constructiva implica, según mi punto de vista tres cimientos, que marcan el rumbo de la meta para iniciar un buen proceso de retroaliementación. De ahí que, produce las posibilidades de lograr un camino para el consenso de una solución bilateral o plurilateral. Esas tres condiciones son:  
  • La amabilidad: ser atento y correcto es una forma de tranquilizar a los mediados con la finalidad de despertar la empatía y confianza de que el pacificador neutral incentiva a ambos contendientes a participar en la solución de su conflicto.
  • La neutralidad es que contagia con entusiasmo a las partes de estar en las probabilidades en un plano de igualdad de circunstancias en un diferente territorio. 
  • La confidencialidad, ayuda a crear un ambiente de discreción y confianza para generar un clima de trabajo colaborativo, con el propósito de establecer que los únicos interesados en la solución colaborativa de la controversia, son las  partes en el conflicto. 
Por último, la mediación con el apoyo de la amabilidad, es uno de los tantos métodos colaborativos que ayuda a las partes a centrarlo en una nueva cultura de descodificar información negativa, con la intención de procesarla a una materia prima de datos positivos con el objeto de localizar áreas de oportunidad.


    
  

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