Cada año se cierra un ciclo y se abre otro, en uno se toma lo bueno de los sucesos y, por otra parte de los hechos difíciles se recoge la información para en un análisis constructivo de la información, en consecuencia se busque las áreas de mejora con el buen propósito de crear oportunidades de cambio, en los momentos de crisis.
En aquellos instantes de nubarrones grises, a modo de conflicto, la actitud frente a él. de debe ser cambio y evolución por medio de los métodos colaborativos, con el objetivo de explorar soluciones viables para abatir la controversia. En eso se traduce el construir puentes de dialogo, consenso y acuerdo, o sea en los nuevos propósitos de inicio de año.
Eso, en parte es la función del pacificador neutral, el prestar ayuda a las personas en conflicto y los lleve en un camino de encontrar un acuerdo bajo el paradigma de reciprocas concesiones, bajo la máxima de ganar- ganar.
Por otra parte, el año que finalizo deja un amplio océano de satisfacciones a los pacificadores neutrales, -en particular mi caso-; al contribuir a impulsar enlaces de dialogo constructivo, el ayudar como arquitecto de la obra a poner el toque final de una nueva relación solida de carácter familiar, de pareja, de padres e hijos. comercial entre otras cosas, en dirección a un excelente comunicación a través de las herramientas de la escucha activa, parafraseo, empática entre otras
Los pacificadores neutrales tenemos la principal misión en el transcurso de todo el año, igual a un propósito de ayudar a las partes con el único intereses de que cuenten con el auxilio de un facilitador neutral e imparcial de buscar por medio de la generación de alternativas generados por ellos, con el fin de aterrizarlos en compromisos viables sólidos, con la satisfacción de alcanzar un convenio hecho a su medida.
Nuestra lucha, es los 365 días del año, nuestra función no permite tregua sin descanso, desde las diferentes trincheras en la investigación, en la educación, en la difusión y en especial los que estamos en las salas de mediación haciendo faena con el conflicto para llegar a un convenio favorable y accesible a las parte.
Por último, no me resta renovar los votos de la vocación social de pacificador en el presente año, en dirección de gozar de un mundo libre de violencia y falta de comunicación.
Feliz Año 2019, un abrazo efusivo y con mucho cariño a la comunidad mediadora y conciliador
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