miércoles, 14 de septiembre de 2016

"Abogado del Diablo" su rol en la Mediación




Resultado de imagen para abogado del diablo morris westEn días pasados, al participar en un taller de mediación, se realiza un paréntesis con el objeto de hablar de la figura de Abogado del Diablo, basando en el tema de una novela del mismo hombre editada en los años 60´s,  del autor  de origen australiano Morris West, de formación religiosa al estudiar 12 años en el colegio Chritian Brother´s College; East St. Kilda, sin llegar a tomar los votos, con el fin ordenarse como religioso. En la novela al leerla habla sobre un proceso de canonización de un Santo, y su misión consistía en poner en tela de duda el camino hacia la canonización.

Por otro lado, el abogado del diablo es film llevado a la pantalla grande en el año de 1997. Con  la participación estelar de Al Pacino y Keanu Reeves, y la trama es de un  litigante  joven de un pueblo de las EEUU, el cual emigra hacia la urbe de hierro, en la ciudad de New York, con una oferta de trabajo de un despacho de prestigio, y el motivo de contratarlo es por su récord impecable de asuntos ganados en la corte; el tema gira en los pecados del ser humano, principalmente de los practicante en los tribunales, para obtener sentencias favorables hacia sus clientes de dudosa conducta, y por otra parte, así el diablo en su misión de influir sobre el abogado para cambiar  al mundo en sus reglas, con el fin de implantar el mal.

En ambas expresiones en la literaria y artística, guardan en la novela de Morris West y la película de Al Pacino algo muy común, en la primera trata de un abogado inquisidor en funciones del ministerio público al poner en tela de duda, las virtudes y la bondad de vida de una persona en proceso de canonización, por otra lado en la cinta cinematográfica tiene el guion de aderezar la posición del egoísmo, el egocentrismo, la vanidad personal, y  la inflexibilidad del abogado, con el fin de lograr la inclinación de las fuerzas del mal sobre el bien, situación que pone la imagen de un litigante de fríos sentimientos  en el ejercicio libre de la profesión. 

Ahora bien, en la abogacía juega un papel reconocido entre el bien y el mal, la justicia y la injusticias, de igual forma en ganar y perder, ante los tribunales; sin embargo el rol del abogado del diablo en la materia de los métodos colaborativos, tiene un lado amable de fomentar la conciencia, y ahí se convierte en el facilitador en un factor de la realidad, al cuestionar a los mediados en la sesión individual a cada uno, en construir un marco realista para evaluar los costos y beneficios en una solución negociada del conflicto.

En la sesión individual dentro del proceso de mediación o conciliación, cuando ya las mediados están en la fase de evaluación de opciones, se presenta el caso de estancarse en los puntos de la negociación, el mediador tiene la oportunidad de jugar el papel del abogado de diablo, con la finalidad de formular la pregunta ¿el que pasaría si no llegarían a un acuerdo?, por tal razón se iniciaría a estimular la creatividad en la generación de posibles caminos de propuestas de solución aumentando la atención, sin perder el control y estimulando el entusiasmo de las partes en controversia.

Por último, el rol del abogado del diablo en la mediación, es el cuestionar en forma privada por separado a los mediados, con el objeto de cambiar la escena del conflicto, desde el comienzo de un negro panorama, con la secuencia de seguir la vereda de la crisis, hasta el destino final de dar el paso a una imagen  agradable.

La percepción de abogado de diablo, el día de hoy, no es en un ámbito de defensa o acusación en las instancias judiciales; si no es la idea de ayudar a las partes un aspecto individual a negociar con el ganar- ganar, al estimular su creatividad en la construcción de la solución del problema, en otras palabras el papel diabólico, pasa a hacer el de un ángel de la guarda.


viernes, 2 de septiembre de 2016

Amabilidad




Al hablar de mediación en las redes sociales, en seminarios, en blogs de carácter académico, en la cátedra ante grupo, ya sea como facilitador o maestro, nos inculcan una nueva modalidad de comunicarnos por medios una serie de herramientas utilizadas con el fin de entender las emociones de cada uno de los mediados, creando una empatía en un clima de confianza que permiten entablar un dialogo pacifico en la búsqueda de un consenso, en el cual las partes se sientan satisfechas de los compromisos alcanzados. Ya un tema muy socorrido, el buen trato a las partes en conflicto ayuda a despersonalizar el problema, con el objeto de dar paso a tratar los intereses y necesidades; en resumen en todo mediación, es amabilidad y formalidad. 

El ambiente de los que participamos en forma activa en la mediación,  en nuestra labor  del quehacer diario, se realiza o procura tener un buen animo, en primer lugar emocional, entusiasta y tolerable,  por otro lado, son la razón de la suma de horas de capacitación que hemos reafirmado en la practica de las normas de trato social y de urbanidad, dirigido al público usurario, con el principio de un saludo afable, hasta la cortesía de invitar a los mediados a tomar asiento, de ofrecerles algo de beber y darle el uso de la voz a quien desea comenzar la charla, entre otras cosas del proceso, en  conclusión,  la aplicación de todas las herramientas un solo camino hacia la amabilidad.

La amabilidad es una actitud de ser afable, empatico, complaciente y afectuoso de ser aceptado en un entorno de cualquier estrato social, cultural o de negocios; sin embargo en el mundo de  la mediación tiene un efecto de  crear un ambiente de neutralidad con el objeto de encapsular aquellas emociones de un tinte agresivo, triste o preocupante de los mediados en conflicto.

Una herramienta en su conjunto de carácter  básico,-sin descubrir el hilo negro-, es la amabilidad una excelente carta de presentación, y cuando el facilitador la despliega con singular gracia, el efecto  que causa es de una sensación de comodidad y optimismo, con el fin  de contagiar a los mediados en la construcción de una buena vibra, del mismo modo es el cambio de la cara de la moneda de una emoción molesta, a una de esperanza en cimientos de la creación de una salida pacífica al conflicto.

En Fin, el trato amable a los usuarios en mediación abre las puertas dentro del proceso de la mediación, porque  ellos se sienten  un plano a gusto, en mi criterio muy modesto, es el gancho con objeto de trabajar la empatía y demás herramientas del facilitador.

Por último, en el" Manual de Urbanidad y Buenas Maneras, da la pauta de las reglas de etiqueta de un buen comportamiento en las sesiones de mediación, adecuado a las circunstancias de nuestro oficio, ... "Esta especie de etiqueta comunica al trato en general, aun en medio de la más íntima confianza, cierto grado de circunspección que no excluye la expansión del alma ni los actos más afectuosos del corazón, pero que tampoco admite aquella familiaridad sin reserva y sin freno que relaja los resortes de la estimación y del respeto, base indispensable de todas las relaciones sociales"...

Así que, la amabilidad esta implícita en el etiqueta



                                                                                                                                                                                                                                                                                          

𝗟I𝗗𝗘𝗥 𝗬 𝗝𝗘𝗙𝗘: ¿𝗘𝗦 𝗖𝗢𝗥𝗥𝗘𝗖𝗧𝗢 𝗢𝗣𝗢𝗡𝗘𝗥𝗟𝗢𝗦?⁣⁣ ⁣⁣

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